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Retire todos los cables y dispositivos que estén conectados a su consola. Espere un momento mientras que su consola se enfría.
Coloque su consola en una superficie plana y sobre una cubierta protectora que esté limpia. Retire la base y coloque la consola de modo que el logotipo quede hacia abajo y el botón de encendido quede en dirección contraria a usted.
Sujete las esquinas inferior derecha y superior izquierda de la tapa.
Ubique la tapa de la ranura de expansión rectangular. Retire el tornillo y después retire la tapa.
Retire con cuidado el tornillo de la SSD en la ranura y levante el espaciador.
Mueva el espaciador a la ranura que está marcada como "80".
Inserte con cuidado la Game Drive M.2 en el conector de expansión hasta que esta quede firmemente asegurada en la ranura.
Asegúrese de que la Game Drive M.2 esté a ras del espaciador. Ajuste la Game Drive M.2 en el espaciador con el tornillo de la SSD.
Ajuste la tapa de la ranura de expansión y asegúrela con el tornillo.
Coloque la tapa un poco lejos del borde superior de la consola y vuelva a ponerla en su lugar. Escuchará un sonido de clic cuando la tapa esté asegurada.
Vuelva a colocar la base y conecte el cable de energía de CA y los cables.
Encienda la consola. Si nunca ha usado su Game Drive M.2 en una consola, debe seguir las instrucciones para formatearla.